domingo, 30 de octubre de 2011

El tiempo que me falta...

Quiero más tiempo para leer, muchísimo más para escribir todo lo que tengo que escribir, en muchos casos, para terminar de escribir lo comenzado y que duerme un sueño de “no olvido” en alguna gaveta... y que no termina de ser recordado y por recordado, concluido. Más tiempo para mi jardín, ese que un día comencé y por el que compré una casa, quería un jardín grande, pero, por males del cuerpo, lo descuidé y no he vuelto a atender; más tiempo para hacer pasteles, mejorar lo aprendido de mi madre o seguir inventando sobre lo aprendido, porque nunca me ajusto a las recetas; más tiempo para charlar, para tomarme un café; para caminar, tomar fotos, dibujar, quizás pintar... mirar el mar, al que le tengo miedo, pero me encanta; tiempo para reunirme con una de esas amigas a las que llamo amigas y quiero como amigas, pero nunca hemos tenido tiempo de compartir lo que comparten las amigas; tiempo para “desrrecorrer” mis pasos hasta mis lugares de infancia, abrazar a los que amo -y visitar las tumbas de quienes ya se han ido; tiempo para hablar de mi madre, escribir sobre ella, como la recuerdo... o sobre cómo me hubiera gustado que fuera; tiempo para la gente que amo y que me ama, la que sé que me ama; tiempo para jugar con mi perra; tiempo para vivir las cosas simples de la vida, sin sentirme mediocre o simple por gozarlas... y gozarlas de tal manera que sienta que no necesito nada más... excepto de vez en cuando algún lujito de primeros días de quincena... pero... no sé, me falta tiempo... o me sobran propósitos...